domingo, 15 de mayo de 2016

La vasija agrietada.

"Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas estaba en muy buen estado, y conservaba toda el agua hasta el final del largo camino a pie que recorría el cargador desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero la otra tenía varias grietas por las cuales se escapaba el agua, de modo que, cuando llegaba, sólo tenía la mitad de su carga.
Los amigos del aguador se extrañaban de que no quisiera repararla, pues esa imperfección de la vasija le hacía perder dinero. Sin embargo, el aguador explicaba así su extraña decisión:
-Es posible que no entendáis mi manera de proceder, pero... ¿os habéis fijado en las flores tan bellas que crecen a lo largo del camino, justo donde se derrama el agua que sale de las grietas de la vasija? Sembré semillas a lo largo del camino por donde voy, y la vasija rota las ha regado de modo que he podido recoger las flores más hermosas."

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados. Uno no deja de reír por hacerse viejo, se hace uno viejo por dejar de reír.

Cinismo.

El cinismo se define como la actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación. El cínico se caracteriza por seguir su propia ley y su conducta de acuerdo a su pensamiento. Los cínicos piden respeto hacia su cultura y su opinión, pero no respetan la de los demás.
 "No hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman para sí lo que nunca han dado."- Jorge González Moore.

Hipocresía Política.

Teniendo un buen concepto de hipocresía, podemos comenzar a hablar de un campo en el que se practica mucho: la política.
No es el único, pero quizá sí sea el terreno en el que más se use. La mayor parte de nuestros funcionarios políticos, son capaces de afirmar una cosa y su contraria sin pestañear. 
El venezolano, Edgard Perdomo A., decía en uno de sus escritos lo siguiente: "Por encima de las palabras y los conceptos, la batalla de las ideas no significa de manera alguna una consigna, sino que implica la total comprensión de los ideales de un pueblo en busca de su soberanía, independencia, paz y progreso." Históricamente, en la actividad política se ha comprobado que quien más utiliza los términos salvar a la patria del “régimen”, luchar a muerte contra la corrupción, erradicar la inseguridad en las calles. Son los eternos politiqueros de siempre y los que más se han llenado sus bolsillos a costa de los infelices ciudadanos que dicen defender.