Presión social.

La presión social consiste en la influencia de un grupo de personas con el fin de incitar a otra persona a que cambie sus actitudes, costumbres, valores o comportamiento de manera que este cambio encaje con las “normas del grupo” (esto, es una completa mentira ya que jamás, aunque lo intentes, lograrás complacer por completo esta exigencia si se trata de una presión social negativa). Debo aclarar que la presión social puede ser de dos tipos: positiva y negativa. La positiva se caracteriza por ser alentadora y solidaria, como cuando un grupo social ACONSEJA (no exige) a la persona a que cambie su actitud para mejor y suele ser más sutil. La presión social negativa se puede definir, según mi criterio, en tres cosas:

-Pretensión e hipocresía.

-Estereotipos.

-Culto a la superficialidad.

Es importante que al momento de exigir a una persona recordemos que nadie nos ha dado ese derecho y que no todo el mundo ha tenido nuestras ventajas. La diversidad de gustos y personalidades es lo que hace de este mundo un lugar interesante y debemos tener tolerancia con las otras personas así como ellos con nosotros para poder mantener una convivencia sana. 
“Pero, a fin de cuentas, ¿Quién puede decir lo que es mejor? No te reprimas por nadie y, cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz.”- Haruki Murakami.